Joaquin Phoenix sigue aquí

I'm still here, ese es el título de la película / documental que narra este último año de Joaquin Phoenix, tiempo durante el cual, el actor parece haber perdido un poco el norte, retorciendo su carrera hacia un rap no demasiado decente según dicen y abandonandose tremendamente en todos los sentidos imaginables.

Se habla, se comentá que todo es un montaje maquinado por le propio Phoenix, Casey Affleck haciendo su debut director (el talentoso hermando de Ben Affleck) y Tom Blomquist como co-director y guionista; supongo que cierto o falso, todo ayuda a dar polémica y publicidad al film. Que el pequeño Affleck siguiese a Phoenix a todas partes con su cámara no deja de ser extraño y aunque en hollywood todo es posible, la actitud de Joaquin también incita a las suspicacias. El caso es que si no es un montaje y el que fuera un grandísimo actor de nuestra generación a perdido completamente la cabeza, es una pena muy grande. En caso de que sí sea un montaje y nos la haya colado a todos durante más de un año para representar un papel más allá de las pantallas y que éstas fueran el culmen del experimento... bueno... eso es echarle huevos y tener ganas de experimentar dentro de un terreno que a veces parece haber tocado techo. Sin duda, el mundo de la interpretación puede alcanzar nuevas cotas.

Con irreverencia, escandalosamente, hiriendo sensibilidades y apuntando a ser bastante interesante, así se muestra el regreso a la pantalla grande de Joaquin Phoenix. Lo que es seguro es que no dejará indiferente a nadie, pues según creo en tan sólo una horita podremos ver imagenes y secuencias de lo más desagradables que rozan e incluso sobrepasan descaradamente los límites de lo socialmente aceptable.

Este mes se estrena en EEUU y quien sabe si acabará llegando a España, pero en mi opinión, merecerá la pena intentar verlo, aunque sólo sea por curiosidad morbosa.