[Crítica] Sucker Punch

No estarás preparado. Así reza el cartel de Sucker Punch, y es una verdad como un templo. Puedes creer que las apariencias rara vez engañan, pero en realidad, rara vez no lo hacen.

Si os digo que Sucker Punch es un dramón, puede que os extrañe, pero no por ello es menos verdad, lo que ocurre es que el marco en el que la historia se desarrolla es profundamente imaginativo, colorido, visualmente caótico y absolutamente envolvente. El film posee una musicalidad prodigiosa, que hace que tengamos la sensación de estar en un videoclip durante todo el metraje. Esto no tiene porque ser algo malo necesariamente aunque la opinión más común en la red es que sí lo es. El truco para mi es que entré en la sala sin haber visto ningún trailer ni haber leído nada sobe la película. fue por tanto y a todos los efectos una gran sorpresa.

Zack Snyder (300, Wachmen) no ha dejado de mostrarnos su particular y poderosa visión del cine a lo largo de su trayectoria. Siempre con un ritmo desigual y un trato minucioso dedicado a cada fotograma hacen de su trabajo algo muy currado y que se merece todo el respeto del mundo.

Es cierto que Sucker Punch es arriesgada en el sentido que puede ser malentendida, interpretada como una película que no se toma en serio a sí misma, absurda si me apuras, pero no lo es, no tengáis duda de ello. Quien goza de una poderosa imaginación, lo sabe; la mente es perfectamente capaz de crear mundos extravagantes con atmosferas cargadas y con todo lujo de detalles; es también capaz de ignorar las leyes de la física y caminar en contra de toda lógica, pero en esos mundos creados por nosotros mismos, todo es posible, incluso lo inverosímil. Otra cosa muy distinta es que alguien decida mostrarnos esos mundos interiores y que además confíe en que el espectador tenga la madurez y amplitud de miras como para adentrarse en mundos desconocidos sin prejuicios y con predisposición al sobrecogimiento. La sexualidad y la agresividad es protagónista en cada plano. Es, a todos los efecntos, una sobredosis cinematográfica no apta para todos los estómagos.

Baby Doll (Emily Browning) es una niña, una muñeca rota que lucha por su supervivencia a toda costa y con multitud de armas, la primera y más importante, su imaginación, además de ser el eje argumental del film y poseer una de las caras más dulces y eróticas de las últimas películas estrenadas. Se convertirá en la fantásía de más de uno (y más de dos...)

Es fácil perderse en el ruido visual que enmarca el film y perderse lo esencial: la historia y la originalidad con que está contada. Es por ello que es tremendamente fácil aborrecer Sucker Punch. También es increiblemente fácil quedar prendado de ella.

La música, como siempre, sigue siendo un punto importante para mi a la hora de elaborar una crítica coherente. Si la música falla, el resto suele caer con ella. En esta ocasión la banda sonora llena de covers distorionados como lo está toda la película hacen que todo parezca más surrealista de lo que ya es. En mi opición todo un acierto, para otros una tremenda cagada.

Ahora solo queda saber vuestra opinión.