Por fin nos ha llegado el nuevo trabajo de Marlango, su quinto disco de estudio ahora, en español. ¿por qué este cambio?, bueno, supongo que puestos a cambiar este era el cambio más radical y también más lógico, ¿no?.
Se trata de un trabajo bastante más luminoso, menos misterioso pero que mantiene esa atmósfera cargada y ligeramente densa que les caracteriza. Es un disco que está repleto de dobles sentidos, juegos de palabras y melodías que se te meten dentro y es bastante complicado sacártelas de la cabeza. Eso solo se consigue con un trabajo bien hecho, a conciencia. Las letras en castellano hacen de Un día extraordinario algo mucho más cercano que los anteriores trabajos del grupo. La parte instrumental de los discos del trío siempre ha sido decisiva para darle ese toque de encanto, de receta cocinada a fuego lento y con mimo también con toques de jazz delicados y nada grandilocuentes; la formula de un álbum elaborado y cuidado. Un día extraordinario supone la clara evolución de un grupo que ya llegó besando el santo con su primer disco, del mismo nombre que el grupo en 2004. La voz de Leonor Watling sigue mostrando matices escondidos en recovecos, la gracia y la delicadeza que hace de ella una de las voces más carismáticas del panorama nacional actual.
La naturaleza de nuestros sueños y nuestros sentidos se refleja en la contundencia del tema Bocas prestadas, una canción realmente preciosa que te mece, te lleva y te trae y hace lo que quiere contigo.
Suavidad, ternura y, como siempre, una exquisita elegancia caracterizan el buen hacer de Marlango.
Solo resta decir, TODO ES TAN IMPORTANTE QUE YA NADA IMPORTA.
La naturaleza de nuestros sueños y nuestros sentidos se refleja en la contundencia del tema Bocas prestadas, una canción realmente preciosa que te mece, te lleva y te trae y hace lo que quiere contigo.
Suavidad, ternura y, como siempre, una exquisita elegancia caracterizan el buen hacer de Marlango.
Solo resta decir, TODO ES TAN IMPORTANTE QUE YA NADA IMPORTA.
